domingo, 7 de octubre de 2012

El Amor Anhelado



En abril te conocí,
mas tu cuerpo y tu figura
se quedó por siempre en mí.

Me gustó mucho tu cara,
y tu forma de mirar,
y por más que lo intentara
no te pude ya olvidar.

Me encantó tu dulzura,
tu forma de caminar,
el vaivén de tu cintura,
como una Diosa al pasar.

Aún recuerdo tu perfume,
como el de la mejor flor,
aunque el recuerdo me abrume
por no tener cerca tu olor.

Más tarde o más temprano
te tendré que olvidar.
No puedo tener tu mano
y lo tengo que aceptar.

Si no consigo olvidarte,
no sé qué me va a pasar.
Si no dejo ya de amarte,
loco me van a enterrar.

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