Quiero beber con
avidez
de tu pecho y de tu
piel;
con mis labios
recorrer
tu cuerpo hasta
desfallecer.
Fundir tu boca con la
mía,
toda la noche y todo
el día;
que nuestras lenguas
se entrelacen
en un beso que no
acabe.
Palpita, desenfrenado,
mi corazón
emocionado.
Cuando acaricio tu
cuello,
no puede haber nada
más bello.
El ritmo de mi
corazón
lo marca tu
respiración.
Nuestros cuerpos se
fusionan
en una única persona.
Que este momento sea
eterno,
aunque el precio sea
el Infierno.
Que la noche sea
infinita;
que no acabe,
princesita.
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